Pacientes, familiares, amigos y profesionales que trabajan cada día con personas con párkinson tenían intención de tirar un millar de globos rojos con el objetivo de trasladar un mensaje positivo sobre una enfermedad, todavía rodeada de mitos.
Sandra García, fisioterapeuta de la asociación Parkinson Galicia-Coruña: " Esta enfermedad es mucho más que temblor y personas mayores"
13.000 gallegos sufren la enfermedad, pero se sospecha que son muchos más, puesto que hay pacientes sin diagnosticar. De ahí que, las entidades que atienden a enfermos y familiares como la Asociación Gallega reclaman que se haga un censo nacional de enfermos de parkinson.
El párkinson -que afecta a más de 160.000 personas en toda España- es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente (solo por detrás del alzhéimer), pero vive rodeada de falsos mitos. "El mayor error es que suele asociarse únicamente a temblores y hasta un 30% de los pacientes no los tienen", explican desde la asociación coruñesa, donde añaden: "Otro mito es creer que es solo algo de personas mayores. Uno de cada cinco pacientes tienen menos de 50 años".
Esta patología se caracteriza por la pérdida o degeneración de neuronas en la sustancia negra del cerebro, lo que provoca falta de dopamina en el organismo, un elemento clave para que el ser humano realice los movimientos con normalidad. Ella es la que envía la información para moverse y cuando comienza a faltar, aparece rigidez, temblores o partes del cuerpo que parecen no responder a las órdenes de su dueño o lo hacen de forma mucho más lenta.
Pero hay otros síntomas que pueden poner en alerta al paciente. La inestabilidad postural, trastornos del sueño (somnolencia diurna, insomnio o pesadillas y sueños vívidos), del olfato o sudoración excesiva son otras de las consecuencias que puede conllevar esta patología, según explican en la Federación Española de Párkinson, donde reconocen que la enfermedad pasa por varios estadíos y que normalmente no es hasta una década después de los primeros síntomas cuando la patología suele estar en fase avanzada, es decir, los pacientes comienzan a tener complicaciones motoras o trastornos del sueño o cognitivos.
Desde la Sociedad Española de Neurología advierten de que el número de afectados no deja de aumentar -unos 10.000 nuevos casos al año- y calculan que se triplicarán en 2050. Pero desde las asociaciones de ayuda a los pacientes y sus familias lanzan un mensaje positivo: tras el diagnóstico hay que intentar mantener la vida anterior tanto a nivel social y personal y con la ayuda de los fármacos y actividades de rehabilitación se podrá hacer vida normal durante años.

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